Muévelo o piérdelo: entrenamiento funcional para la vida cotidiana

¿De qué se trata el entrenamiento funcional? Se trata de preparar su cuerpo para movimientos y actividades de la vida real centrándose en múltiples grupos de músculos y articulaciones.
Este enfoque mejora la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad, haciendo que las tareas cotidianas sean más fáciles y seguras. A continuación se presentan algunos ejercicios funcionales esenciales para mejorar sus patrones de movimiento diarios.
Primero, sentadillas. Las sentadillas imitan el movimiento de sentarse y pararse, involucrando el núcleo, los glúteos, los isquiotibiales y los cuádriceps. Párese con los pies separados a la altura de los hombros, mantenga el pecho erguido y baje las caderas como si estuviera sentado en una silla.
Desarrollar la fuerza de la parte inferior del cuerpo mediante sentadillas hace que actividades como levantar compras o jugar con los niños sean mucho más fáciles.
A continuación, tenemos estocadas. Las estocadas mejoran el equilibrio y la coordinación mientras trabajan los glúteos, los cuádriceps y los isquiotibiales. Da un paso adelante con una pierna y baja las caderas hasta que ambas rodillas estén dobladas en un ángulo de aproximadamente 90 grados.
Empuja hacia arriba y repite en el otro lado. Las estocadas imitan caminar y correr, lo que te ayuda a moverte de manera más eficiente.
No nos olvidemos de las flexiones. Las flexiones involucran el pecho, los hombros, los tríceps y el core. Comience en una posición de tabla con las manos un poco más anchas que los hombros, baje el cuerpo hasta que el pecho casi toque el suelo y luego empuje hacia arriba.
Las flexiones mejoran la fuerza de la parte superior del cuerpo, lo que es esencial para tareas como abrir una puerta pesada o cargar bolsas.
Por último, hablemos de tablas. Las planchas son excelentes para el core, la espalda, los hombros y los glúteos. Comience en una posición de flexión pero apoye su peso en sus antebrazos en lugar de en sus manos.
Mantenga su cuerpo en línea recta desde la cabeza hasta los talones. Las planchas desarrollan un núcleo fuerte, esencial para una buena postura y para reducir el riesgo de lesiones en la espalda.
Incorporar estos ejercicios funcionales a tu rutina puede marcar una gran diferencia en cómo te mueves y te sientes todos los días. Ayudan a desarrollar fuerza, mejorar el equilibrio y hacer que las actividades diarias sean más fáciles y placenteras.
Así que pruébalos: ¡tu cuerpo te lo agradecerá!